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sábado, 15 de septiembre de 2012
martes, 11 de septiembre de 2012
martes, 28 de agosto de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
Dos valores de Reino.
EL VALOR DE BURGER KING
Come como rey es el slogan de Burger King. La intención es
que te sientas como rey, te dan hasta una corana hecha de cartón, y puedes
añadir o quitar cualquier ingrediente del menú, porque tú eres el rey. Simón,
el fariseo, invita a Jesús a comer a su casa. Pero no lo trata con hospitalidad,
no le da agua para lavar sus pies, no lo saluda, no lo unge con aceite. En
nuestros tiempos sería como no decir ¿cómo has estado? Bienvenido, ¿quieres un
vaso de agua o de refresco? Si gustas refrescarte por allá puedes lavarte las
manos, préstame tu chamarra te la pongo aquí para que no se maltrate ¿Qué
quiere comer, tengo de esto, esto otro o aquello? ¿Quieres tortillas o pan?
¿Estás cómodo? ¿Necesitas algo más?
El pastor Max Lucado dice: “Hasta Drácula hubiera tenido
mejores modales que Simón”. En cambio, la mujer pecadora trató como rey a
Jesús. No todos están dispuestos a tratar a los demás como rey, seamos
valientes y hagamos lo que sea necesario para adquirir el valor.
EL VALOR DE VER LO
MEJOR
Estamos muy acostumbrados a ver lo peor de las personas, y a
veces hasta de nosotros mismos. Somos expertos en detectar defectos, ver lo
malo, señalar cuando alguien se equivoca. Todos los que estaban en la comida en
casa de Simón fariseo, observaron llegar a esta mujer pecadora, la realidad no
se sabe porque se le llama de esa forma, pero la mayoría coincide en que era
una prostituta. ¿Pueden ver la escena? Los ojos fijos en la mini falda, el
maquillaje excesivo, el pelo alborotado, el olor del perfume barato llenaba la
habitación, parece que se hubiera bañado con el. El escote no dejaba mucho a la
imaginación. Acostumbrados a ver los defectos, encuentran el adjetivo perfecto,
¡pecadora!
No así Jesús, él no acostumbra a ver lo malo, es
especialista en ver lo bueno, él no ve el exceso de maquillaje, él ve que está
corrido por haber llorado, Jesús no ve una ofensa que su comida sea
interrumpida, ve la necesidad de una mujer. Jesús ve lágrimas que lavan,
cabello que sirve de toalla, labial pintado en sus pies por tanto beso, y del
perfume del cual tanto se quejaban, ahora ha quedado impregnado en los pies del
maestro.
No todos están dispuestos a ver con los ojos de Jesús,
seamos valientes y hagamos lo que sea necesario para adquirir el valor.
Alejandro Cunillé Fuentes
viernes, 29 de junio de 2012
Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en
el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras;
y los ángeles le servían.
Marcos 1:12-13
Confiemos - “Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.”
Los que somos Hijos de Dios, somos impulsados por su
Espíritu. Somos como una barca sin remos en alta mar, impulsados únicamente por
el viento. Nuestro destino es seguro, nada podemos hacer para cambiar el rumbo,
Jesús murió por nosotros. “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a
mí viene, no le echo fuera” “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió:
Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día
postrero” Gracias a Dios por esta bendición, no existe nada que pueda hacer
para salirme del camino.
La prueba – “Y estuvo allí en el desierto cuarenta días,”
No nos engañemos, el camino no será fácil. Tendremos
periodos de pruebas. Nos sentiremos solos, aunque no sea así. Sentiremos estar
en un desierto sin agua abandonados, sin nadie alrededor para que nos ayude. No
será fácil y será cansado. Pero debemos seguir tenemos nuestro destino
asegurado porque Jesús dice: “Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada,
sino que lo resucite en el día postrero”
La tentación - “, y era tentado por Satanás, y estaba con
las fieras”
Nuestra barca será impulsada a diferentes tentaciones,
nosotros no tenemos el control pues es el viento (Espíritu) el que nos impulsa.
Así que la tentación no es en sí mala. Al contrario es una muestra de que
realmente somos hijos de Dios y vamos por el buen camino. Cuando no éramos
guiados por el viento y teníamos control de nuestro viaje, no existía tal
tentación hacíamos lo que queríamos. Pero ahora somos impulsados al desierto no
porque lo deseemos; ¿por qué quién quiere ser tentado? Pero si vamos contentos
porque pronto veremos como ese viento que nos impulso al desierto, nos
impulsará muy lejos, con mucha más fortaleza y confianza. Porque “fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”
Acercándonos más y más a nuestro destino.
No estas sólo – “y los ángeles le servían”
“Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus
ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí
que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor
de Eliseo.”
Somos más ciegos de lo que creemos. Algunos dicen que pueden
ver. Yo digo gracias Señor por estar ciego, porque de esta manera me dejo guiar
por tu Espíritu. Porque es verdad, el que tiene vista no necesita ser guiado.
Pero nosotros los ciegos necesitamos de tu guía. Necesitamos de tu impulso.
No existe, nada en este mundo que se oponga contra la
voluntad de Dios. No hay sabiduría, no inteligencia, ni nada que puede ir en
contra del plan de Dios. Cuando Dios quiera simplemente se hará, nadie se
opondrá porque el es Todopoderoso. “Y
luego el Espíritu le impulsó al desierto.”
Le pediré a Dios que sean impulsados por Él. Que los guié al
destino de la salvación.
Dios te bendiga, quedo a sus órdenes.
Alejandro Cunillé Fuentes
choco_2001@hotmail.com
https://www.facebook.com/alejandro.cunille
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