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jueves, 28 de julio de 2011

Parábola de un Lápiz

Un hacedor de lápices tomó un lápiz justo antes de meterlo en su caja, y le dio unos consejos. -Le dijo: “Hay 5 cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz del mundo.”
Las 5 cosas son las siguientes:
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de alguien más.
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones en que te saquen punta, pero será necesario para que seas cada vez un mejor lápiz.
3- Tendrás errores, pero tendrás un borrador para corregirlos todos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro, y …..
5- En cualquier superficie que seas usado, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo.
El lápiz entró en su caja prometiendo recordar estas 5 cosas y con un propósito en su corazón de ser útil.
MORALEJA:
Ahora podríamos ponernos nosotros en el lugar del lápiz y recordar estas 5 cosas para ser, cada día, una mejor persona.
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de Dios.
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones de luchas y sufrimientos, pero será necesario para que seas más fuerte y valiente cada vez.
3- Tendrás errores, pero tendrás humildad para corregirlos todos y crecer por medio de ellos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro del corazón, y …
5- En cualquier superficie que camines, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar sirviendo a Dios en cada momento.
Fuente: Rinconcito de Dios

El plan del amor

“Y añadió: ¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones! Por ejemplo, Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte. Ustedes, en cambio, enseñan que un hijo puede decirle a su padre o a su madre: Cualquier ayuda que pudiera haberte dado es corbán(es decir, ofrenda dedicada a Dios). En ese caso, el tal hijo ya no está obligado a hacer nada por su padre ni por su madre. Así por la tradición que se transmiten entre ustedes, anulan la palabra de Dios. Y hacen muchas cosas parecidas.” Marcos 7:9-13 (NVI-1999)
Me encanta jugar basquetbol, y en honor a la verdad debo decir que no era tan mal jugador. Fue por eso que hace poco un joven se me acercó para pedirme consejos para poder tirar mejor el balón y anotar a la canasta. Lo hice con gusto y le enseñé lo que a mí me costó más de diez años en aprender en menos de 30 minutos.
Le explique primero lo que hice mal para que no cayera en los mismos errores y continúe con lo que había aprendido de esos errores, y al final termine diciendo que es lo que me había ayudado a mejorar.
Me hubiera encantado que alguien me hubiera dicho lo que le estaba transmitiendo a este joven, me hubiera ahorrado mucho tiempo.
Después de un tiempo me invito a verlo jugar. Yo estaba emocionado esperaba ver los frutos de mi enseñanza, pero para mi sorpresa a este joven no le habían gustado mis consejos y el tenía listo su “plan B”.
Terminando el partido me confesó que no le gustaron mis consejos y optó por el que él creía era lo mejor.
Esto mismo hacemos con Dios, el nos mando su plan, es decir la Biblia, el nos da instrucciones en ella sin embargo nosotros pensamos que su plan no es bueno, entonces empezamos con un plan B, o quizás decimos: “Bueno Dios tu plan está genial, sin embargo le faltan algunas mejoras”.
Muchos de nosotros estamos usando un “plan B”, o quizá estamos usando muchas mejoras a los planes de Dios.
La cosa es sencilla, el plan de Dios es el AMOR, recuerdan: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Biblia”1
Este es el plan de Dios, en esto debemos de enfocarnos. Los fariseos se están quejando de los discípulos por no lavarse las manos. En realidad el problema no es no lavarse las manos, miren mi esposa cada rato me regaña por no lavarme las manos, y creo que tiene razón porque me ama y no quiere que me enferme.
Pero no es el caso de los fariseos, ellos quieren perjudicar a los discípulos de Jesús, por esta razón Jesús contesta diciéndoles que los fariseos están peores, quieren agradar a Dios pero en realidad lo están ofendiendo, no están actuando con amor, en lugar de ayudar a su padre y a su madre, usan de excusa que es una ofrenda para Dios.
Jesús no está diciendo que ofrendar está mal, a donde está apuntando Jesús es hacia el amor.
Hay personas bien lindas que ayudan mucho en la iglesia, pero en su casa no ayudan nada, en la iglesia lavan, barren cocinan, trapean, dan dinero, están de buenas, y en su casa todo lo contrario.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 2
¿Tú qué plan estás usando? ¿Plan de Dios o plan B?
Enviado por Alejandro Cunillé Fuentes
Referencias:
1. Mateo 22:37-40
2. 1 Juan 4:20

sábado, 9 de julio de 2011

BENEFICIO DEL SILENCIO

Cuando la Western Union le pidió a Thomas Edison que “mencionara un precio” por el teletipo que había inventado, él le pidió varios días para pensarlo. Su esposa le sugirió $20 000, pero él pensó que esa cantidad era exorbitante.
A la hora acordada fue a la reunión todavía no muy seguro de la cantidad que iba a pedir cuando el oficial le preguntó: “¿Cuánto?” Él trató de decir $20.000, pero las palabras no le salían de la boca. Finalmente el oficial rompió el silencio y le preguntó: “Bien, ¿qué le parece $100.000?”
¡A menudo el silencio le permite a otros decir algo mejor de lo que hubiéramos dicho nosotros mismos! Al quedarnos callados otros se interesan más por nuestros pensamientos; entonces cuando tenemos una audiencia interesada, nuestras palabras tienen mejor impacto.
La Biblia nos dice que aun el necio, cuando calla, es contado por sabio(Proverbios 17:28). En ese sentido, el silencio puede evitar que nos veamos en una situación embarazosa. ¡La gente puede pensar que somos más inteligentes de lo que realmente somos!
Cuando se sienta movido a expresar una opinión, mida el impacto de sus palabras y mantenga esto presente: “Entre menos diga, mejor”. ¡No podemos buscarnos problemas por lo que no hemos dicho! Como Edison, nosotros podemos beneficiarnos de nuestro silencio.
A menudo me arrepiento de lo que dije; nunca de haberme callado.
Proverbios 10:19 En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente.

QUE ESTA HACIENDO?

Mientras estuvo en casa durante un tiempo, mi nieta Addie empezó a preguntar una y otra vez: «¿Qué estás haciendo, abuelo?». Ya sea que trabajara en la computadora, me pusiera los zapatos para salir, me sentara a leer o ayudara en la cocina, ella se ponía a mi lado y me preguntaba qué estaba haciendo.
Después de contestarle algunas decenas de veces, diciendo: «pagando cuentas», «yendo a la tienda», «leyendo el periódico», «ayudando a la abuela», llegué a la conclusión de que ella estaba haciendo una pregunta clave.
Contestarle a una niña curiosa sobre todo lo que hacemos es una cosa, pero responderle a Dios sobre nuestros actos es infinitamente más importante. ¿Acaso no sería útil pensar que el Señor se pone a nuestro lado en cualquier momento para preguntarnos: «Qué estás haciendo»? ¡Imagina cuántas veces nuestras respuestas parecerían sin sentido o vacías!
«Paso toda la tarde viendo televisión», «como más de lo que debo», «paso otro día entero sin hablar contigo», «discuto con mi cónyuge»… y la lista podría seguir, para vergüenza personal.
Se nos dice que debemos usar el tiempo de manera cuidadosa, teniendo en mente glorificar a Dios (1 Corintios 10:31; Colosenses 3:23). Pablo dijo: «… tengan cuidado de su manera de vivir» (Efesios 5:15 NVI). Así que, es una buena pregunta. Dios quiere saber: «¿Qué estás haciendo?».
Fuente: Rbc Latino

miércoles, 15 de junio de 2011

Que tan grande es tu Dios

Un día un joven caminando por el parque iba platicando con Dios con su vista al suelo y sólo el le decía con sus lágrimas y sus labios, “Dios estoy pasando por cosas muy difíciles para mi, que esta pasando…?” no puedo, no puedo mas, tan solamente brotaban lágrimas de dolor por lo que el pasaba, momentos difíciles, económicos, morales, espirituales, de toda índole, de repente escucho una voz que le dijo “Hay Hijo… si supieras cuán Grande es tu Dios, te diría cuán pequeños son tus problemas” pero me dices cuán grandes son tus problemas y tu mismo te contestas cuán pequeño es tu Dios,
después de escuchar la voz de Dios, alzó su vista al cielo, al mundo, a Dios, sintió cómo le acariciaba con sus lazos de amor, un amor que no es pasajero, no es limitado, sino “misterioso”, que tan solamente Él sabe dar… comenzó a abrir sus oídos espirituales y vio al cielo, y tan solamente veía unas nubes y sólo escuchó una cita bíblica “Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para bien…(romanos 8:28)” comenzó a reflexionar y dijo:
“Dios realmente se que sin ti no puedo vivir” Vale la pena esperar, porque el
que ha de venir vendrá y no tardará…
Ciertamente cuantas veces no hemos pasado por lo que este joven pasa y en
ocasiones tan solo vemos nuestro problema y nunca vemos a Dios que Cuan Grande es El! Tan solo nos vemos a nosotros mismos caminando por esta vida, o pensamos que no tiene Poder para ayudarnos, pero ciertamente Dios tiene un propósito para cada una de nuestras vidas, se que tienes problemas como, pero sé también que esta Dios a “tu” lado y nunca te va a dejar como lo esta conmigo…
Acuérdate de 1ª de Pedro 4:16.- Pero si alguno padece como cristiano no se
avergüence sino glorifique a Dios por ello.
Muy aparte, no tomes en cuenta tu situación como una prueba, sino como una bendición para tu familia , para el bien de otros pensando solo en Dios y
él te dará tu tiempo, porque, ¿no hizo él todas las cosas?
En Los salmos dice: Dios es nuestra fortaleza
En Jeremías dice: en ti pues esperamos pues tú hiciste todas las cosas
En Mateo dice: Tendrás problemas en el mundo, pero Cristo ha vencido al mundo
Sé que Dios te dice: No te apresures ni te atormentes, confía en mi.
Enviado por Iván Sanchez Cervantes

¿Quién empaca tu paracaídas?

Charles Plumb, un graduado de la Academia Naval de los EE.UU., fue un piloto de caza en Vietnam. Después de 75 misiones de combate, su avión fue destruído por un misil tierra-aire. Plumb fue expulsado y lanzado en paracaídas en manos del enemigo. Fue capturado y pasó seis años en una prisión comunista vietnamita. Él sobrevivió la prueba y ahora daba conferencias sobre las lecciones aprendidas de esa experiencia.
Un día, cuando Plumb y su esposa estaban sentados en un restaurante, un hombre en otra mesa se acercó y dijo: “Tú eres Plumb! Usted voló aviones caza en Vietnam desde el portaaviones Kitty Hawk. Usted fue derribado!” “¿Cómo usted sabe eso?” preguntó Plumb. “Yo empaqué tu paracaídas”, contestó el hombre. Plumb quedó sin aliento por la sorpresa y gratitud. El hombre extendió su mano y dijo: “Creo que funcionó!” Plumb le aseguró, “Seguro que lo hizo. Si tu paracaídas no hubiese funcionado, no estaría aquí hoy”.
Plumb no pudo dormir esa noche, pensando en aquel hombre. Plumb decía, “Me preguntaba a quien se podría haber parecido en un uniforme de la Marina. Un sombrero blanco, un babero en la espalda, y los pantalones de campana, me pregunto cuántas veces lo pude haber visto y no dije siquiera “Buenos Días, ¿cómo estás?” o cualquier cosa porque, como ven, yo era un piloto y él era sólo un marinero “. Plumb pensó en las muchas horas que el marinero pasó en una larga mesa de madera en las entrañas de la nave, tejiendo con cuidado los obenques y doblando la seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos el destino de alguien.
Ahora, Plumb preguntaba a su audiencia: “¿Quién empaca tu paracaídas?” Todo el mundo tiene a alguien que le provee lo que necesitan para pasar el día. Plumb también puntualiza que él necesitó muchos tipos de paracaídas cuando su avión fue derribado sobre territorio enemigo – que necesitó su paracaídas físico, su paracaídas mental, su paracaídas emocional, y su paracaídas espiritual. Hizo un llamamiento a todos estos soportes antes de llegar a la seguridad.
A veces en los desafíos diarios que la vida nos da, descuidamos lo realmente importante. Nosotros podemos fallar en decir hola, por favor, o gracias, felicitar a alguien por algo maravilloso que le ha sucedido a ellos, dar un cumplido o simplemente hacer algo amable sin ninguna razón. A medida que pasan por esta semana, este mes, este año, reconoce a las personas que abarrotan el paracaídas.
Fuente: Godslittleacre.net
traducido y adaptado por www.poderypaz.com

Carrera de velocidad o resistencia

En el estadio los alumnos de varias escuelas participan en un encuentro de atletismo. Repartidos en varios grupos según su edad, saben que los mejores competidores de cada categoría recibirán una copa. La prueba incluye dos clases de competiciones: carrera de velocidad y carrera de resistencia.
En la Palabra de Dios se emplea la imagen de un corredor para dar a entender que el creyente tiene ante sí una meta. Así como el atleta que hace el mayor esfuerzo para alcanzar la línea de llegada lo más pronto posible, el apóstol Pablo proseguía “a la meta”. Él había sido “asido por Cristo”; su vida había sido radicalmente transformada. Al dejar a un lado todo lo que podía distraerle, con todo su ser tendía hacia Cristo.
La carrera de la fe tiene una meta: estar con Cristo en la gloria. No nos dejemos detener o retrasar por nada de lo que podría estorbar esta carrera: las dificultades, las preocupaciones, pero también el pecado.
El creyente puede contar con Dios para acabar su carrera y obtener el premio del vencedor. El alimento y la fuerza hallados en la lectura de la Palabra de Dios y en la oración lo estimulan para correr con perseverancia, “puestos los ojos en Jesús”.
Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús. – Hebreos 12:1-2.
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14.
Fuente: Red-cristiana.blogspot.com

sábado, 4 de junio de 2011

Que tan grande es tu Dios

Un día un joven caminando por el parque iba platicando con Dios con su vista al suelo y sólo el le decía con sus lágrimas y sus labios, “Dios estoy pasando por cosas muy difíciles para mi, que esta pasando…?” no puedo, no puedo mas, tan solamente brotaban lágrimas de dolor por lo que el pasaba, momentos difíciles, económicos, morales, espirituales, de toda índole, de repente escucho una voz que le dijo “Hay Hijo… si supieras cuán Grande es tu Dios, te diría cuán pequeños son tus problemas” pero me dices cuán grandes son tus problemas y tu mismo te contestas cuán pequeño es tu Dios,
después de escuchar la voz de Dios, alzó su vista al cielo, al mundo, a Dios, sintió cómo le acariciaba con sus lazos de amor, un amor que no es pasajero, no es limitado, sino “misterioso”, que tan solamente Él sabe dar… comenzó a abrir sus oídos espirituales y vio al cielo, y tan solamente veía unas nubes y sólo escuchó una cita bíblica “Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para bien…(romanos 8:28)” comenzó a reflexionar y dijo:
“Dios realmente se que sin ti no puedo vivir” Vale la pena esperar, porque el
que ha de venir vendrá y no tardará…
Ciertamente cuantas veces no hemos pasado por lo que este joven pasa y en
ocasiones tan solo vemos nuestro problema y nunca vemos a Dios que Cuan Grande es El! Tan solo nos vemos a nosotros mismos caminando por esta vida, o pensamos que no tiene Poder para ayudarnos, pero ciertamente Dios tiene un propósito para cada una de nuestras vidas, se que tienes problemas como, pero sé también que esta Dios a “tu” lado y nunca te va a dejar como lo esta conmigo…
Acuérdate de 1ª de Pedro 4:16.- Pero si alguno padece como cristiano no se
avergüence sino glorifique a Dios por ello.
Muy aparte, no tomes en cuenta tu situación como una prueba, sino como una bendición para tu familia , para el bien de otros pensando solo en Dios y
él te dará tu tiempo, porque, ¿no hizo él todas las cosas?
En Los salmos dice: Dios es nuestra fortaleza
En Jeremías dice: en ti pues esperamos pues tú hiciste todas las cosas
En Mateo dice: Tendrás problemas en el mundo, pero Cristo ha vencido al mundo
Sé que Dios te dice: No te apresures ni te atormentes, confía en mi.
Enviado por Iván Sanchez Cervantes