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lunes, 15 de agosto de 2011

LO QUE DIOS JUNTO.......


Al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios… y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. - Marcos 10:6-9.
En respuesta a las preguntas que se le hacen respecto del divorcio, Jesús, como siempre, remite a sus oponentes a sus propias conciencias. Para nuestra instrucción también recuerda el pensamiento inicial de Dios a propósito del matrimonio. Por eso se remonta a la misma creación, antes que el pecado entrara en el mundo.
Según el pensamiento de Dios, los esposos se convierten en una sola alma, una sola carne. Hoy sabemos bien que el matrimonio, si al menos hay matrimonio, fácilmente se lo considera como una asociación revocable, aunque más, no sea para satisfacer los sentidos o un interés material.
Como ese vínculo ha sido formado por Dios, solamente debe ser roto por él, es decir, por la muerte de uno de los cónyuges. El hombre no tiene derecho a separar lo que Dios juntó; el adulterio o el abandono -constituyen, pues, hechos de excepcional gravedad, ultrajes a la voluntad del Creador.
Nuestra responsabilidad y, al mismo tiempo, nuestro privilegio como creyentes, es mantener ese vínculo para la gloria de Dios y con gozo. ¿Por qué no siempre es así? A causa de nuestro terrible egoísmo. Si mostramos la vida de Cristo en nuestro hogar y llevamos el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22), esa unión querida por Dios toma toda sus dimensión y nos llena de agradecimiento hacia aquel que la instituyó.

viernes, 5 de agosto de 2011

LA ROCA INAMOVIBLE.

Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.
Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó:–¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío?.–Sí –contestó el náufrago–, la verdad es que temblaba mucho; pero… ¡la roca no…! Y esto fue lo que me salvó.
Salmos 18:2 Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Salmos 31:3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
Salmos 61:2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayaré. Llévame a la roca que es más alta que yo,
Salmos 71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
Fuente: Antorcha de la Verdad

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿COMO ESTA TU CORAZON?


“Llamando de nuevo a la multitud, Jesús les decía: “Escuchen todos lo que les digo y entiendan: no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre. “Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.” Cuando Jesús dejó a la multitud y entró en casa, Sus discípulos Le preguntaron acerca de la parábola. “¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?” les dijo. “¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina?” Jesús declaró así limpios todos los alimentos. También decía: “Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. “Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. “Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.”” Marcos 7:14-23 NBLH

Un amigo, hace mucho tiempo me honró con una descripción que hizo de mi persona, me dijo: “tienes buen corazón”.

Por supuesto eso me hizo sentir bien, pero al mismo tiempo me hizo reflexionar ¿qué es un hombre de buen corazón?

Todos los religiosos de aquella época, los expertos y maestros de la Biblia, habían cometido un grande error, se había olvidado, irónicamente, de lo más importante de toda la vida. De la voluntad Dios.

¡¿Qué?! Pero si estos tipos todo el tiempo se la pasaban leyendo la Biblia, y todo el tiempo se la pasaban en los templos, todo el tiempo hablaban de Dios. ¿Cómo que no conocían a Dios?

Es verdad ellos hacían todo eso y seguramente más cosas que esas, no obstante se habían olvidado de las verdaderas intenciones de Dios hacia nosotros. De su gran amor y compasión hacia nosotros. A lo que hoy en día conocemos como gracia divina.

Ellos lo sabían perfectamente, incluso Jesús, una vez les hizo un pequeño test con respecto a esto, un hombre viajaba de “x” lugar a “y”, pero para no variar fue asaltado, y abandonado medio muerto en el camino, un maestro de la Biblia lo vio y prefirió pasar al otro lado de la acera para no evitarlo, de modo similar un experto de las Santas Escrituras hace malabares para evitarlo, sin embargo un hombre que pasaba por ahí, lo ayuda y lo conduce a un hotel, y no sólo eso, sino que le paga una noche para que esté tranquilo. Jesús termina diciendo ¿Cuál de los dos se comporto como prójimo? El maestro de la Biblia contesto correctamente: “el que tuvo compasión de él”.

Es de esto de lo que habla Jesús aquí, no importa si eres flaco, si eres gordo, si eres grande, si eres chaparro, si te gusta el futbol, si te gusta el baloncesto, si te gusta bailar, sino te gustar bailar, si tienes problemas, si te equivocas, etc., no importa nada de eso, lo único que importa es lo que hay dentro de tu corazón.

¿En qué estas pensando todo el día? De eso si debes preocuparte. De ahí salen los violadores, los asesinos, robos, orgullo, envidia, insensatez, etc.

Eso es lo que verdaderamente importa nuestro corazón, no importa si vas todos los días al templo o te reúnes con la iglesia, si tu corazón no está en sintonía con el de Dios, no importa que todos los días ores, si tu corazón esta marchito, no importa que leas la Biblia todos los días sin falla, si no tienes corazón.

Todos deberíamos hacernos esta pregunta ¿Cómo está mi corazón?

Enviado por Alejandro Cunillé Fuentes

DRAMATIZACION DE LOS JOVENES DE LA ASAMBLEA DE DIOS BETEL LA ZANJA

martes, 2 de agosto de 2011

DANZA AL SEÑOR,IGL. BETHEL, LA ZANJA

IGL.BETHEL, LA ZANJA

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.


1 Corintios 10:13




Fiel es Dios, así es, grande es su fidelidad. Aún en momentos de tentación, Él está dispuesto hacer nuestra fortaleza. Nosotros, como seres humanos, estamos propensos a ser tentados todo el tiempo.

El enemigo es muy inteligente, desde tiempos antiguos a sabido ingeniárselas para provocar desobediencia hacia Dios en el corazón humano. Sólo con voltear a ver nuestro entorno y el contexto actual en donde vivimos, nos podemos dar cuenta que hay un mundo cegado por el pecado.

Es por ello, que como cristianos debemos estar preparados física y más aún espiritualmente para enfrentar un mundo alejado de Dios, envuelto en el materialismo, que esta actuando conforme a lo que ellos creen que es correcto, una manera de pensar contraria a las enseñanzas de Jesús.

Dice la Biblia que siempre que estemos siendo tentados por el enemigo, debemos pedir ayuda a nuestro señor Jesucristo para que nos de fuerzas, por eso esta en Hebreos 2:18: "Por cuanto Él mismo padeció siendo tentado, el es poderoso para socorrer a los que son tentados".

Si bien, muchas veces no es el enemigo directamente el que nos incita a cometer pecado, nosotros mismos podemos llegar a dar lugar a pensamientos que nos llevarán a pecar, por esto, tenemos que tener arraigado en nuestras mentes el hecho de que sin santidad nadie verá a Dios, como lo dice Hebreos 12:14.

Y si llegaremos a pecar, tenemos de su gracia, y su misericordia que es nueva cada mañana, porque también el apóstol Juan lo dice: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." en 1 Juan 1:9.

La gracia esta para utilizarla cuando sea necesaria, pero no para abusar de ella. No podemos pecar pensando que de todas formas Dios nos perdona, ni siquiera debemos pecar. Debemos obedecer a Dios por amor, nunca por obligación.

¡Es mejor vivir en santidad agradando a Dios!

El himno de victoria