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domingo, 30 de enero de 2011

baitoaTV.com Productores Sociedad Sana

martes, 25 de enero de 2011

VIDEO DE LA CONSTRUCCION DE LAIGLESIA NEW

Dios siempre llega en el momento justo

Todos los Domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años iban al pueblo a repartir volantes a cada persona que veían. Este Domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los volantes, el tiempo estaba muy frío y comenzó a lloviznar.
El niño se puso su ropa para el frío y le dijo a su padre,:”OK, papá, estoy listo’.
Su papá, el Pastor, le dijo, “¿Listo para qué?”
‘Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros volantes.’
El papá respondió, ‘Hijo, esta muy frío afuera y está lloviznando.’
El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, ‘Pero Papá, la gente necesitan saber de Dios aún en los días lluviosos.’
El Papá contestó , ‘Hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo.’
Con desespero, el niño dijo, ‘Papá, puedo ir yo solo? Por favor?
Su padre titubeó por un momento y luego dijo, ‘Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado.’
‘Gracias papá!’
Y con esto, el hijo se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los volantes a las personas que veía.
Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el volante, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio,  caminó hasta la puerta del frente, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.
Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.
Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó:
‘Qué puedo hacer por ti, hijo.’
Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo,:
‘Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que   ….*DIOS REALMENTE LA AMA * y vine para darle mi último volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR.
El niño le dio el volante y se fue.
Ella solo  dijo:
‘GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga.’
Bien, el siguiente domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio preguntó:
‘Alguien tiene un testimonio ó algo que quiera compartir?.
Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:
‘Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era Cristiana.
Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un dia particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenía esperanza alguna ni ganas de vivir.
Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello.
Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta.
Entonces pensé, ‘Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá’.
Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona  comenzó a golpear la puerta con fuerza.
Entonces me pregunté, QUIEN PODRÁ SER?
Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme!
Solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia.
Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto.
Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín:  ‘SEÑORA , sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama.’
‘Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia , cerré mi puerta y leí cada palabra del volante.
Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga.
Ya no las necesitaría más. Como ven  . . .ahora soy una hija feliz del REY.
Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del volante, yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.’
Todos lloraban en la iglesia.
El Pastor bajó del pulpito hasta la primera banca del frente, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su hijo en sus brazos y lloró incontrolablemente.
Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más glorioso.
Dios te bendiga  por leer este mensaje.
www.poderypaz.com

Dios le busca

En una región montañosa del Kurdistán, todavía reina la costumbre de la “venganza de la sangre”. Durante una pelea, un hombre mató a otro y enseguida se fugó, persuadido de que el hijo de la víctima quería vengar a su padre.
Y efectivamente, éste se puso sobre la pista del asesino. La presecución duró varias semanas, hasta el día en que el fugitivo, agotado y hambriento, se durmió de cansancio, sin haber hallado un escondrijo seguro.
Se despertó sobresaltado al sentir una mano sobre su hombro. Entonces capituló diciendo: “No doy más, ya no puedo huir, mátame ahora mismo; es lo que merezco”. Entonces el hijo de su víctima le dijo: “Escúchame, no te perseguí todo este tiempo para vengarme, sino para decirte que soy cristiano. He aprendido lo que es el perdón. Ven, vuelve conmigo y vivamos en paz”.
En este mundo muchas personas son como ese homicida. Conscientes de haber ofendido a Dios con sus pecados, quieren ocultarse y nada tener que ver con él. Pero Dios no los abandona; Él quiere encontrarles no como Juez, sino como Salvador.
Ofrece su perdón a todos los que sienten la necesidad de ello y aceptan que la “sangre de Jesucristo su Hijo, nos limpia de todo pecado”.
Dios quiere liberar a cada ser humano del peso de su culpabilidad y de su temor a un justo juicio.
www.poderypaz.com

Cuando Dios quiere

Una señora muy pobre telefoneó para un programa cristiano de radio pidiendo ayuda.
Un brujo del mal que oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción:
Cuando ella pregunte quien mandó estos alimentos, respondan que fue el DIABLO!
Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo.
Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron:
¿Señora no quiere saber quién le envió estas cosas?
La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:-
No, mi hijo.. No es preciso. Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!

No calles lo que Dios te ha dado

“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles”
¿Cuándo fue la última vez que le hablaste a alguien de Cristo?
El evangelio es id y predicad las buenas nuevas de salvación, pero realmente ¿Cuántos de nosotros estamos cumpliendo la gran comisión?
Nos pasamos la vida cristiana esperando que Dios nos ministre, esperando que Dios conteste nuestras mas anheladas peticiones, que El haga grandes cosas en nuestra vida, familia, trabajo y Ministerio, pero ¿Cuántos de nosotros estamos trabajando para expandir el Reino de los Cielos?
A veces por estar tan acostumbrado a una rutina o a una religiosidad nos olvidamos que uno de nuestros objetivos acá en la Tierra es Predicar el Evangelio, hablar a las personas de Cristo, contarles lo que El ha hecho en tu vida y lo mucho que puede hacer en las vidas que lo reconocen con fuente de vida.
Tenemos tantas personas por alcanzar, que seria ridículo decir que todas las personas que conoces ya son cristianas. Hay tanta gente que necesita de Cristo, que necesita escuchar unas palabras de aliento y nosotros perdemos en el tiempo en situaciones nada provechosas.
¿Será que no estamos enamorados de Dios?, si, porque cuando uno esta enamorado de una personas, se la pasa hablando de ella, con nuestros amigos, con nuestros familiares y con las personas que tenemos la confianza de contarle nuestra vida. ¿Por qué no hacer lo mismo con Cristo?
Si realmente estamos enamorados de El, debemos contar lo que El ha hecho en nuestra vida, lo misericordiosos y amoroso que ha sido para con nuestra vida, que aun cuando merecíamos la muerte eterna por nuestros pecados, El nos perdono y nos dio juntamente con el perdón una vida eterna para heredar, frente a esto: ¿Estaremos agradecidos?
Una forma de agradecer lo hermoso que Dios ha sido con nosotros, es hablándoles a las personas de ese amor y cuidado tan maravilloso que El ha tenido para con nosotros. Si realmente estas plenamente agradecido con Dios hablaras de El, contaras sus maravillas, anunciaras de su amor y perdón, así como también de la oportunidad que El da a todos aquellos que acepten ese llamado.
Amados hermanos, no perdamos nuestro tiempo en cosas vanas que de nada aprovechan, habla de Cristo, predica de sus maravillas, cuéntales a tus amigos, compañeros, familiares, lo que El ha hecho en tu vida, no calles, no te quedes callado, la gente necesita escuchar tu testimonio.
Pero algo importante para que nuestro testimonio sea de bendición a las personas, es vivir el verdadero evangelio, vivir cada día tratando la manera de agradar a Dios, negándonos a nosotros mismos, pues si tu eres de las personas que dicen ser cristianas, pero no vives como tal, ¿Qué pensaran las personas cuando les quieras hablar de Cristo?
Es importante que vivamos conforme a la voluntad de Dios, para que nuestras palabras respaldadas con nuestro testimonio sea un arma poderosa frente a las cadenas que Satanás ha puesto a muchas personas para que no se acerquen a Cristo.
Seamos un trampolín para que las personas se acerquen a Cristo, mas no seamos un obstáculo o una piedra de tropiezo, hablémosles a las personas de Cristo, pero antes también vivamos una vida en Cristo, agradable a El y con la cual el enemigo no tenga nada de que avergonzarnos.
ES NECESARIO QUE HABLES DE CRISTO, POR FAVOR NO CALLES, MIENTRAS OTROS MUEREN SIN EL.
Autor: Enrique Monterroza
Fuente: reflexionesydevocionales.blogspot.com

sábado, 22 de enero de 2011

Ser espiritual

Disciplinas” como el Yoga, Tantra, Budismo, Osho entre otras, han puesto de moda, la “espiritualidad”, incluso dan fórmulas para poder llegar a ser una persona mucho más “espiritual”.
Títulos como “Los diez pasos para la felicidad espiritual”, “metafísica 4 en
1” “El alquimista” y uno de los más recientes “EL secreto” Nos reclaman, a llevar una vida más “espiritual”. Pero ¿Será cierto lo que dicen estos libros? ¿Funcionan los pasos, fórmulas que nos sugieren para ser felices?
Oigan, ¿A dónde vamos si queremos pan? ¿A la tortillería o la panadería? ¿A dónde vamos si queremos aprender filosofía? ¿A la calle o a la facultad de filosofía y letras? Las respuestas son obvias. Por supuesto también que un tortillero puede aprender hacer pan.
Y en la calle podemos aprender filosofía. Pero estaremos limitados en nuestro
aprendizaje, o quizás engañados. ¿A dónde vamos si queremos ser espirituales, con las disciplinas que están de moda o con Dios mismo y su Biblia?
Hay que decidir, tener claro lo que uno quiere. “Un hombre sin propósito es como un barco sin timón.” Thomas Carlyle (historiador, crítico social y ensayista británico)
Dios nos dice: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia”.Deuteronomio 30:19
¿Qué escoges? Si tú escoges la vida. Sólo hay de una sopa, creer en Jesús con todo tu ser; con esto me atrevo a decir que no hay muchos caminos, sólo hay uno. Si no me creen, mira lo que afirma la Biblia:
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6
Si te sientes ofendido con esto, te quiero decir: No es una amenaza, es una Ley espiritual.
Cualquiera quien tenga hijos, es su obligación decirle que no meta las manos al fuego, ¿Por qué papá? Pregunta el hijo. Y el papá responde: porque si metes la mano te quemas y te dolerá mucho. El Hijo responde: porque me amenazas con quemarme. No es amenaza es una ley. Simplemente así sucede. Hijo.
Enviado por Alejandro Cunillé

Pon en acción tu Fe

Ella lo sabía, esa era su oportunidad. Todo lo que había sufrido a causa de esa enfermedad estaba por terminar. Esa vergüenza que había sufrido, todo lo que había gastado por 12 años. Todo estaba a punto de terminar solo tenia que acercarse y aprovechar la oportunidad para poder tocar el borde del manto, Su fé ya estaba en acción y la decisión ya habia sido tomada.
Aquel Hombre que hacia milagros no se daria cuenta, eso pensaba ella. y asi lo hizo, y ese milagro ocurrio. (Mateo 9.19-22). Que estas pidiendo o que milagro estas esperando. toma la decisión de acercarte a Cristo con fe y el te responderá. ¿Cuánto tiempo ha pasado, cuánto has sufrido? Hoy es el día de recibir tu milagro. Pon en acción tu fe.
Enviado por Alicia Grande

Como enfrentar la vida (Salmo 3)

1.- Sin Dios, no hay salvación. (Estamos perdidos)
“¡Oh Jehová,  cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios.”
Los problemas casi siempre vienen en montón. Se multiplican y decimos: tenemos una mala racha. Nos puede estar yendo demasiado mal, pero es mucho peor, cuando se nos termina la esperanza. Cuando cualquiera viene y te dice, no tiene solución tu problema. Pero es aún peor, cuando pensamos que Dios nos abandono. Cuando ya no sentimos a Dios, cuando inclusive le echamos la culpa a Dios, y pronunciamos ¿Por qué me haces esto Dios? SIN DIOS NO TENGO SALVACION.
2.-Hablemos con Dios, aunque no lo sintamos. (Siempre responde)
“Mas tú,  Jehová,  eres escudo alrededor de mí; Mi gloria,  y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová,  Y él me respondió desde su monte santo.”
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron,  y creyeron. (1) Es mucho más fácil ser amigo en las buenas, que en las malas. Pero en las malas, es mucho más fácil saber quien es tu verdadero amigo. Hemos aprendido que sino “sentimos” a Dios, no está con nosotros. “Tenemos que sentir a Dios”, para confiar en Él, dicen algunos. Tienen al Dios de los “sentimientos”, pero un día sin más, dicen,  lo dejamos de “sentir”, ¿A dónde se fue? Dios me abandono.
Ser cristiano no es “sentir a Dios”, es confiar en Dios siempre, hablar con el todo el tiempo, aunque aparentemente no “sintamos” a Dios, sabemos que Él siempre está ahí. Sabemos que: SIEMPRE CONTESTARA DESDE SU SANTO MONTE.
3.-Descansemos en Dios, confiados. (Él nos ayudará)
“Yo me acosté y dormí, Y desperté,  porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí. Levántate,  Jehová;  sálvame,  Dios mío; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste.”
Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,  y yo os haré descansar.” (2) Cuantos problemas venimos cargando, se nos empiezan a juntar hasta que, como dicen en mi rancho, ya no vemos lo duro sino lo tupido. Tenemos tantos problemas que ni dormir podemos, estamos como pollos rostizados dándonos vueltas en la cama. Vayamos con Dios y expongamos nuestros problemas, confiemos en Él aunque tengamos miles de dificultades. ¿Cuántas veces, no te ha ayudado ya Dios? ¿De cuantas situaciones, ya te ha salvado? Recordemos de cuantas nos ha salvado. Si Dios está de nuestro lado, ¿Quién podrá contra nosotros? Descansemos en Dios, porque EL HA QUEBRANTADO NUESTROS PROBLEMAS.
4.-Sigamos a Dios, a pesar de todo.
“La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición”
No hay de otra, la única opción es Dios. Claro que puedes probar otras cosas, puedes hacer lo que quieras, sin embargo sólo en Dios está la salvación.
¿De que me va salvar Dios? ¿De mis problemas? Si es la voluntad de Dios, nos salvará de nuestros problemas, pero no se trata sólo de eso. No significa que ya nunca más tendrás problemas; probablemente hasta tengas más. Porque habrá burlas, desprecio, etc. por creer y obedecer a Dios. Dios nos quiere salvar de la muerte eterna, para darnos vida eterna. ¿Sólo crees en Dios para que te quite tus problemas?.
Alguna vez te has preguntado, qué pasaría si Dios decide no quitarte tus problemas. Que tal si Dios toma la decisión de dejarte tal y cual estas, ¿seguirías creyendo? ¿Seguirías confiando? Si me preguntan yo diría por supuesto, “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (3) Realmente yo no merecía el perdón de Dios, pero aún así me perdono mis faltas.
Sigamos a Dios a pesar de todo, LA SALVACION ES DE DIOS.Hoy platicaré con Dios y le pediré que te muestre, su Salvación.
Referencias:
(1) Juan 20:29
(2) Mateo 11:28
(3) Juan 3:17
Enviado por Alejandro Cunillé

¿Soy Fariseo?

Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Marcos 3:1-6
La Iglesia, cuando esta reunida, debería ser una especie de puerto seguro, un lugar donde las personas se sientan cómodas, que se sientan como en casa. No podemos negar que dentro de la Iglesia  puede haber rencillas como cualquier familia, pero el final deberían ser pasajeras. Este es el plan de Dios para la Iglesia, un lugar donde pudiéramos probar un pedacito de cielo, un lugar donde nos sintamos como en casa.
Desafortunadamente esto no es así, al igual que los fariseos, nos hemos enfrascado en normas o prejuicios. En este caso leemos que el problema es el día del sábado, y pensamos: “Que absurdo pensar como los fariseos”.  Creo que dentro de la Iglesia sucede lo mismo hoy en día, al igual que los fariseos esperamos con ansias que fallen las personas, “a fin de acusarles”. Es una especie de gusto malformado creado por el orgullo. “Ya viste a tal persona lo que hizo” “Ya viste a fulanito lo que esta haciendo”. AL igual que los fariseos estamos a la espera como perros cazadores tras su presa, para poder señalar “a fin de poderle acusar”.
Siempre que leo esta historia me gustaría comportarme como lo hace Jesús, al no poder aspiro por lo menos al hombre de la mano seca. Me veo reflejado con mi montón de problemas y defectos, y la gente viéndome feo por lo mismo. Por mis defectos. Esa mano seca representa cualquier defecto, ya sean drogas, alcoholismo, abortos, mentiras, orgullo, pereza, etc. Ese soy yo, o quizás tu. Ahí esta Jesús defendiéndome, defendiéndote.
Desafortunadamente, no somos ni Jesús ni la victima de la mano seca. Nos comportamos como los fariseos, acusando a diestra y siniestra. ¿Es lícito hacer el bien o el mal; salvar la vida o quitarla? Eso nos pregunta Jesús, todos los días, y más cuando estamos en reunidos con la Iglesia.
Hoy se nos ofrece la misma oportunidad que a los fariseos, se nos hace el mismo desafió dar vida o destruir, hacer el bien o hacer el mal, ayudar o criticar, ser fariseo o no. Todos hemos hecho algo de lo cual estamos arrepentidos, si ya fuimos perdonados por Dios, ¿por qué no ofrecerles ese mismo perdón a otros?
Los fariseos tomaron su decisión prefirieron destruir. ¿y tú?  “Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.”

Enviado por Alejandro Cunillé

viernes, 21 de enero de 2011

Obedecer a Dios

“Aconteció en aquellos días,  que Jesús vino de Nazaret de Galilea,  y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego,  cuando subía del agua,  vio abrirse los cielos,  y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado;  en ti tengo complacencia.” Marcos 1:9-11
En la vida obedecemos a un montón de personas, a nuestros padres, abuelos, tíos, a nuestros maestros, jefes de trabajo, a nuestro cónyuge, etc., también obedecemos a nuestras emociones, la ira, el temor, la alegría, etc.
Prácticamente obedecemos toda la vida en diferentes formas.  Seguramente hemos aprendido, que, no obedecer tiene consecuencias no favorables, sobre todo cuando fuimos niños.
También hemos aprendido que a veces obedecer, no tiene buenas consecuencias; esto es porque a las personas que obedecemos son humanos y se equivocan. O porque nos dejamos emocionar y luego nos arrepentimos.
Sin importar que creamos si obedecer es bueno o malo, invariablemente la mayoría de nosotros mismos, damos órdenes a otros, sobre todo a los hijos, familiares, o en el trabajo, etc. ¿Por qué? Porque entendemos de la importancia de obedecer, nos hace más humildes, es aceptar que no todo lo sabemos.
Pero cuando se trata de Dios, de nuestro creador, nos cuesta tanto trabajo obedecerlo. Incluso lo cuestionamos, ¿por qué tengo que perdonar?, ¿por qué tengo orar?, ¿por qué tengo que leer la Biblia?, ¿por qué debo ir a la iglesia? Irónicamente, le cuestionamos a Dios todo. Y digo irónicamente porque, Dios no falla, Él es perfecto, no tenemos porque dudar de su consejo, Dios no se equivoca.
Aprendamos de Jesús, Él no tenía porque bautizarse, a diferencia de nosotros, Él no tenía nada de qué arrepentirse, pero no cuestionó al Padre, no el dijo ¿por qué yo, si me he portado bien? ¿Qué he hecho para merecer esto? Jesús entendía perfectamente que obedecer la voluntad de su Padre era lo mejor. Entonces fue y se bautizó. Simplemente obedeció.
Podemos obedecer a quien queramos, a los hombres, a las emociones o a Dios.  ¿A quién quieres obedecer?
Amenazaron de meter a la cárcel a los discípulos de Jesús, para que no hablaran más acerca de la buena noticia de Dios. “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”
Obedecer a Dios, nos conviene.
Enviado por Alejandro Cunillé

El amor de Dios

Éramos la única familia en el restaurante con un niño. Yo senté a Daniel en una silla para niño y me di cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando.
De repente, Daniel pegó un grito con ansia y dijo, “¡Hola amigo!”. Golpeando la mesa con sus gorditas manos. Sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes en su encía. Con mucho regocijo el se reía y se retorcía.
Yo miro alrededor y vi. la razón de su regocijo. Era un hombre andrajoso con un abrigo en su hombro; sucio, grasoso y roto. Sus pantalones eran anchos y con el cierre abierto hasta la mitad sus dedos se asomaban a través de lo que fueron unos zapatos.
Su camisa estaba sucia y su cabello no habí a recibido una peinilla por largo tiempo. Sus patillas eran cortas y muy poquitas y su nariz tenia tantas venitas que parecía un mapa.
Estábamos un poco lejos de el para saber si olía, pero seguro que olía mal. Sus manos comenzaron a menearse para saludar.
“Hola bebito, como estas muchachón,” le dijo el hombre a Daniel.
Mi esposa y yo nos miramos, “¿Que hacemos?”. Daniel continúo riéndose y contesto, “Hola, hola amigo.”
Todos en el restaurante nos miraron y luego miraron al pordiosero. El viejo sucio estaba incomodando a nuestro hermoso hijo. Nos trajeron nuestra comida y el hombre comenzó a hablarle a nuestro hijo como un bebé.
Nadie creía que era simpático lo que el hombre estaba haciendo. Obviamente el estaba borracho. Mi esposa y yo estábamos avergonzados. Comimos en silencio; menos Daniel que estaba súper inquieto y mostrando todo su repertorio al pordiosero, quien le contestaba con sus niñadas.
Finalmente terminamos de comer y nos dirigimos hacia la puerta. Mi esposa fue a pagar la cuenta y le dije que nos encontráramos en el estacionamiento. El viejo se encontraba muy cerca de la puerta de salida.
“Dios mío, ayúdame a salir de aquí antes de que este loco le hable a Daniel.”  Dije orando, mientras caminaba cercano al hombre.
Le di un poco la espalda tratando de salir sin respirar ni un poquito del aire que el pudiera estar respirando. Mientras yo haci a esto, Daniel se volvía rápidamente en dirección hacia donde estaba el viejo y puso sus brazos en posición de; “cárgame
Antes de que yo se lo impidiera, Daniel se abalanza desde mis brazos hacia los brazos del hombre. Rápidamente el muy oloroso viejo y el joven niño consumaron su relación amorosa.
Daniel en un acto de total confianza, amor y sumisión recargo su cabeza sobre el hombro del pordiosero. El hombre cerró sus ojos y pude ver lágrimas corriendo por sus mejillas.
Sus viejas y maltratadas manos llenas de cicatrices, dolor y duro trabajo, suave, muy suavemente, acariciaban la espalda de Daniel.
Nunca dos seres se habían amado tan profundamente en tan poco tiempo.
Yo me detuve aterrado. El viejo hombre se mecía con Daniel en sus brazos por un momento, luego abrió sus ojos y me miro directamente a los míos.
Me dijo en voz fuerte y segura, “Usted cuide a este niño.” De alguna manera le conteste “Así  lo haré” con un inmenso nudo en mi garganta.
El separo a Daniel de su pecho, lentamente, como si tuviera un dolor.
Recibía a mi niño, y el viejo hombre me dijo: “Dios le bendiga, señor. Usted me ha dado un hermoso regalo.” No pude decir más que un entrecortado gracias.
Con Daniel en mis brazos, caminar rápidamente hacia el carro. Mi esposa se preguntaba por que estaba llorando y sosteniendo a Daniel tan apretadamente, y por que yo estaba diciendo: “Dios mío, Dios mío, perdóname.”
Yo acababa de presenciar el amor de Cristo a través de la inocencia de un pequeño niño que no vio pecado, que no hizo ningún juicio; un niño que vio un alma y unos padres que vieron un montón de ropa sucia.
Yo fui un cristiano ciego, cargando un niño que no lo era.
Yo sentí que Dios me estuvo preguntando: “Estas dispuesto a compartir tu hijo por un momento?” Cuando el compartía a su hijo por toda la eternidad. El viejo andrajoso, inconscientemente, me recordó:

“Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrara en el”.
 Lucas 18:17
Fuente: www.elrinconcitodedios.com

“Si te escondes de Dios”

Estaba pensando que muchos de nuestros mejores momentos los perdemos escondiéndonos de Dios.Quizás creas que esto no es así, y que en realidad pasas mucho más tiempo buscándole y que muchas veces no le encuentras  pero, amigo, si te detienes un momento a pensar detenidamente en tu día, verás que más son los momentos que te escondes de Dios que los que le buscas.
Tu puedes preguntarme y decir: ¿por qué yo me escondería de Dios? Ah, caminante amigo… ¿por qué se escondió Adán? ¿Cuál fue la razón que lo llevó a ocultarse? Por mucho tiempo solo tuvo del Señor cuidados y amor, ¿qué lo llevó a ocultarse?  Todo lo que lo rodeaba le había sido dado, aun había sido suplido en su soledad, ¿por qué se ocultó de El? El temor, primero, por el pecado, por haber sido desobediente. Antes lo compartía todo ahora no quería compartir esa acción. Sus palabras descubrieron sus actos, “tuve miedo, y me escondí”. ¿Por qué debemos tener miedo de Dios? A veces me pregunto ¿pero, si ni siquiera me ocultó a su hijo, su bien mas preciado? Sin embargo me paso mas parte del día pensando en si estoy bien oculto. ¿Acaso tu crees que no?
Mi querido amigo mucho es el tiempo que perdemos escondiéndonos de El, olvidando que El, ya lo proveyó todo, que hoy podemos entrar en Su Presencia sin temor, que a pesar de nuestra debilidad hoy tenemos pieles eternas para cubrirnos, tenemos su sangre porque de la misma manera que en el Edén, hoy sigue amándonos y mostrándonos cuanto nos ama, que quizás en realidad lo que no alcanzamos hoy es solo porque en nuestro afán de escondernos caminamos en la oscuridad, cuando El nos quiere hacer andar a su luz. Tal vez sería bueno que saliéramos de nuestros escondites y le dijéramos: “Señor, he pecado, Señor no alcanzo, Señor no puedo, o Señor no me siento digno, estoy desnudo y solo quiero esconderme”, o como Pedro decirle: “Apártate de mi que soy un hombre pecador”, o simplemente: “Sálvame Señor porque perezco”, quizás eso nos daría la posibilidad de caminar en su luz, pues en sus ojos ya estamos.
Aunque pensemos que podemos escondernos de El, eso es imposible, y sencillamente es imposible porque El nos ama de tal manera que aun en nuestro más horrible pecado no puede dejar de vernos a través del velo de la carne y cubiertos por la sangre, ¿tu puedes entender eso? No necesitas hojas de higuera para cubrirte, no tienes necesidad de esconderte, El ya proveyó tus vestidos, tu cubierta. Entiendo el corazón de Dios en una pequeña parte pues soy padre, y amo a mis hijos y no importa lo que hagan siempre hay un lugar más para amarlos en sus errores, aunque me duelan y me dañen… son mis hijos, eso no cambiará nunca. Hoy son ya adolescentes, hombres, y todavía cuando los miro parece que los veo cuanto tenían apenas unos años, y me arrancan sonrisas a pesar de sus equivocaciones, y quisiera que nunca tuvieran que sufrir ni tener necesidad, y a veces casi mudo los veo equivocarse y sé que van a tropezar pero callo para estar allí cuando necesiten levantarse.
Tal vez, amigo, pienses que soy un buen padre, yo te digo que no, que soy insuficiente, que también lucho con mis errores y mis equivocaciones, y a veces también me escondo, pensando que no verá mis equivocaciones o pecados pero, ¿sabes? lo que me alienta es saber justamente que Él los vé, y que si yo naturalmente siendo un hombre malo trato de hacer lo bueno, cuanto más El, que todo en El es amor, que a pesar de todo sigue todavía proveyéndome para que en cada equivocación regrese y en cada caída me levante, por eso amigo te digo que el mejor momento a veces lo perdemos escondiéndonos pues si no nos escondiéramos en esos momentos de error y pecado y saliéramos a El mostrando nuestras miserias, no encontraríamos juicio sino paciencia, no sentiríamos azotes sino caricias y en medio de nuestras lágrimas veríamos las suyas entremezcladas con las nuestras y sentiríamos sus brazos abrazándonos y vistiéndonos.
Tal vez, amigo mío, sea el tiempo de dejar de esconderte pues al fin El te conoce tal cual eres y no hay nada que le puedas ocultar y por si no lo sabías TE AMA y te amó desde el principio, así sin más y quiere ayudarte a cubrir tu desnudez…
Usado con permiso
©Ministerios El Camino
www.ministerioselcamino.org

¿Qué es lo que estás buscando?

“Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.”Marcos 1:32-34
El célebre personaje visitó la India. Llegó a Calcuta y comenzó a pasear por una de sus confusas calles. De repente vio a un hombre que estaba en cuclillas vendiendo lo que Nicolás creyó que eran dulces, aunque en realidad se trataba de chiles muy picantes. Nicolás era fan de los dulces y compró una gran cantidad de los supuestos dulces, dispuesto a darse un gran atracón. Estaba muy contento, se sentó en un parque y ahora si “atáscate que hay lodo”. Comenzó a comer lo que el creía que eran dulces. AL morder el primero de los chiles sintió fuego en el paladar. Eran tan picantes aquellos “dulces” que se le puso roja la punta de la nariz y comenzó a soltar lágrimas. No obstante, Nicolás continuaba llevándose sin parar los chiles a la boca.
Estornudaba, lloraba, hacía muecas de malestar, pero seguía devorando los chiles. Asombrado, un viajero se aproximó a él y le dijo:
–Amigo, ¿no sabe que los chiles sólo se comen en pequeñas cantidades?
Casi sin poder hablar, Nicolás comento:
–Buen hombre, créeme, yo pensaba que estaba comprando dulces.
Pero Nicolás seguía comiendo chiles. El viajero dijo:
–Bueno, está bien, pero ahora ya sabes que no son dulces. ¿Por qué sigues comiéndolos?
Entre tos y lamentos por el picante, Nicolás dijo:
–Ya que he invertido en ellos mi dinero, no los voy a tirar.
¿Qué buscas? Puedes buscar a Dios por un montón de diferentes motivos, para que te sane de alguna enfermedad, para que te ayude con un trabajo, para que resuelva algún problema, para que te mande un esposo o una esposa; y seguramente lo hará si es su voluntad. Sin embargo es importante analizar el por qué buscamos a Dios, ya que seguramente es lo que vamos a encontrar. Entonces ¿Cómo debo buscarlo? “si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”
¿Realmente buscas a Dios o sólo buscas que te ayude? “le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta”
Enviado por Alejandro Cunillé

¿Qué hacer con los problemas?

“Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.”
Marcos 1:29-31
Identifiquemos el problema  -  “Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre”
Todos hemos tenido o tenemos problemas, pueden ser de salud, económicos, emocionales, etc. Sin embargo quizás lo que consideramos problema, realmente no lo sea sino sólo sea un síntoma. Por ejemplo, alguien que tiene mucha gripa, puede creer que su problema es la gripa, pero todos sabemos que el verdadero problema es el virus que causa esa gripa. Del mismo modo muchos creemos que tenemos un problema quizás económico pero no es más que un síntoma, otros quizás tiene un problema de depresión del mismo modo es sólo un síntoma de una enfermedad más profunda. El Alcoholismo, hemos escuchado que es una enfermedad, pero en la literatura de AA podemos encontrar que en realidad también es un síntoma de una enfermedad a la que llaman ellos espiritual. Identificar el problema nos sirve para saber contra que estamos peleando.
Presentemos nuestro problema a Dios – “y en seguida le hablaron (a Jesús) de ella”
Hay un libro medio famoso que venden en las tiendas populares como Sanborns o Liverpool que se llama “Señor quítame lo bruto”, en alguna ocasión fui con un amigo a una de esas tiendas, vimos el libro, lo tome en mis manos y le dije a mi amigo: te lo regalaría pero Dios no hace milagros tan grandes, así que no serviría de nada. Evidentemente fue broma, aunque después de reírnos por un rato mi amigo me preguntó: ¿Crees que exista algo que no pueda hacer Dios? Estoy 1000% seguro que no hay nada imposible para Dios. No importa que problema tienes, grande o chiquito platícale tu problema a Dios. “y en seguida le hablaron (a Jesús) de ella”
Dios quita los problemas con propósito  -  “inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía”
Todo lo que hace Dios tiene un propósito no hay nada al azar, nada. “Dios no juega a los dados” decía Einstein. Dios puede y quiere quitarnos nuestros problemas. Ya se seguramente te estás preguntando ¿Por qué no quita mi problema? Mi respuesta es un simple no se. Pero lo que si se, es que Dios todo lo que hace y lo que “no hace” tiene un propósito.
Roberto desde los 15 años tenía la convicción de ir a África para hablarles de Jesús, a una tribu zulú. Dedicó 10 años de su vida estudiando para poder ir como misionero. Ya tenía todo preparado, en el pueblo estaban muy contentos porque conocían a Roberto, se notaba que amaba a Dios y que eso era lo que él quería. Pero justo dos días antes de irse una pandilla de delincuentes lo secuestró.  Al siguiente día lo dejaron en libertad, pero lamentablemente sin una de sus piernas. Estaba muy triste y le reclamaba a Dios por lo que había pasado. ¿Por qué no me cuidaste? Preguntaba constantemente, ¿por qué? Como era de esperarse cancelo su viaje. Después de 10 años se reconcilio con Dios y aunque no entendía  porque había pasado lo de su pierna, si sabía que quería ir a África.
Después de seis meses de llegar a la tribu zulú y de estar ayudando, otra tribu se raptó a Roberto, pero esta vez era para comérselo. Después de una semana regresó ileso, sus amigos de la tribu zulú estaban asombrados, ya que ellos mismos tenían miedo de esa tribu caníbal. ¿Cómo escapaste? Le preguntaron. Les digo la verdad Dios me salvo, estos caníbales al ver que no tenía una pierna, creyeron que otra tribu me había comido, entonces no se si por respeto o ya no era apetecible pero me dejaron ir. Realmente agradecí a Dios por haber perdido mi pierna. Dios quita los problemas con propósito. “y ella les servía”

domingo, 9 de enero de 2011

EXCUSA

LE PEDIMOS DICULPA POR LA POCA PUBLICACIONES, EL MOTIVO DE IMFORMARLES ES POR CAUSA DE LOS TRABAJO QUE ESTAMO REALIZANDO EN LA IGLESIA Y NOS TENGAMOS TIEMPO PARA ESTAR EN ESTOS MEDIO.  

                                                         DIOS LE BENDIGAS.


ATT: EDIBERTO

viernes, 7 de enero de 2011

AMANTE DE DIOS.


Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 

—Mateo 22:37


En una breve biografía de San Francisco de Asís, G. K. Chesterton comienza echando una mirada al corazón de este hombre singular y compasivo, que nació en el siglo XII. Escribe: «Como San Francisco no amaba a la humanidad, sino a los hombres, asimismo no amaba el cristianismo, sino a Cristo. […]. El lector no puede ni siquiera comenzar a percibir el sentido de una historia que probablemente a él le hubiera resultado sumamente salvaje hasta comprender que, para este gran místico, su religión no era cuestión de una simple teoría, sino algo parecido a un amorío».

Cuando a Jesús le pidieron que mencionara el mandamiento más importante de la ley, contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento» (Mateo 22:37-38). El que hizo la pregunta quería probar a Jesús, pero el Señor le respondió con el elemento clave para agradar a Dios. Primero y principal, nuestra relación con Él es una cuestión del corazón.

Si consideramos que Dios es un supervisor de trabajo y pensamos que la obediencia es una carga, hemos pasado a formar parte de aquellos a quienes el Señor les dijo: «Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor» (Apocalipsis 2:4).

El sendero que conduce al gozo es amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente.

Pon a Cristo primero y encontrarás gozo duradero.

Fuente: LocosXCristo

EL BUEN HUMOR FOMENTA LA CREATIVIDAD.

 

Para el trabajo es bueno el humor. No sólo por el bienestar de la persona, sino también para el resultado de la labor que se está desarrollando, especialmente si es un trabajo no rutinario. 


Según un estudio publicado en la revista Psychological Science, las personas que hacen una pausa mientras trabajan para escuchar música o ver vídeos cómicos en Internet no están perdiendo el tiempo, sino que al mejorar su humor pueden potenciar su creatividad. 


Para llegar a esta conclusión, Ruby Nadler y sus colegas de la Universidad de Western Ontario (EE UU) modificaron el estado de ánimo de varios estudiantes con ayuda de música y vídeos que les hicieron sentirse alegres o tristes. Después comprobaron cómo se desenvolvían aprendiendo a reconocer ciertos patrones en función de su estado. 


Los resultados mostraron que los sujetos que se sentían felices descubrían y aprendían antes cómo resolver el problema que sus compañeros. “Si tienes un proyecto en el que debes pensar de forma innovadora, estar de buen humor te ayudará”, asegura Nadler. 


Seguro que ahora entienden algunos por qué ciertas personas que conocen no son nada creativas.

PROHIBICIONES DEL CRISTIANANISMO.

 

Un amigo comentaba que él veía el cristianismo como un cúmulo de prohibiciones que coartan la libertad y reprimen. Desde su postura no podía comprender aquellas palabras del mismo Jesús de Nazaret cuando afirma que "sólo si yo os libero seréis verdaderamente libres" (Juan 8, 36).
  
Percepciones de mi amigo aparte, es cierto que la fe cristiana contiene prohibiciones. Aunque la esencia del mensaje evangélico sea la gracia, el perdón y la liberación, también existen mandatos y órdenes inherentes a la práctica cristiana. ¿Y cuáles son algunas de esas actitudes tan perniciosas que se nos prohíben? Son bastantes, desde luego. El poeta Pablo Neruda enumera algunas de ellas: "Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber qué hacer, tener miedo a tus recuerdos. Queda prohibido no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus dudas. Queda prohibido dejar a tus amigos. Olvidar a toda la gente que te quiere. Queda prohibido tener miedo a la vida y a sus compromisos, no pensar en que podemos ser mejores. Queda prohibido no creer en Dios y dejar de darle las gracias por nuestra vida..."

Pues sí, mi amigo tenía parte de razón en su argumentación. El evangelio también abarca contundentes e inflexibles restricciones. Pero claro, quien no quiera asumir prohibiciones..., puede hacerlo No será Dios quien se lo prohíba.

lunes, 3 de enero de 2011

FELICES LOS QUE RECONOCEN SU NECESIDAD DE DIOS.

 
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
- Mateo 5:3

Todos anhelamos un día encontrarnos cara a cara con el Rey de reyes y Señor de señores. Cada uno de nosotros hemos soñado como ha de ser ese encuentro tan especial, en más de algún momento seguramente hemos querido que sea lo más pronto posible.
Y es que las situaciones que la vida presenta muchas veces son duras, difíciles e incomprensibles a la mente humana.
Quizá estas pasando por un momento de esos en los cuales no comprendes la situación por la cual estas pasando, pero te aseguro que dicha situación te ha hecho doblar rodillas.
Y es que muchas veces la única forma de humillarnos sinceramente delante de Dios es a través de las situaciones difíciles que se nos presentan. ¿No te ha que cuando vienen situaciones fuertes a tu vida, por alguna extraña razón te haces mas sensible a la presencia de Dios y tu corazón anhela mas profundamente su encuentro?, a mi si, y es que a veces tienen que pasar dichas situaciones para que comprendamos que no debemos alejarnos de buscarlo día a día, ni de tener encuentros genuinos con El.
En el famoso sermón del monte, Jesús nos enseña principios fabulosos para vivir una vida llena de felicidad, no basada en lo que para el mundo es felicidad, sino basada en el ámbito espiritual al cual nosotros pertenecemos, pues nosotros estamos en este mundo, pero no somos de el, nuestra ciudadanía no es terrenal, sino espiritual, es ahí en donde podemos darnos cuenta que mucha veces nuestra felicidad se ve opacada, cuando anhelamos buscarla por medio de las cosas que el mundo nos ofrece y no por medio de los principios espirituales que nos harán alcanzarla.
Nuestro Señor Jesús decía: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3)
Para nuestra mente la primera idea que se nos viene cuando leemos la frase “pobres en espíritu” es debilidad, falta de algo o palabras o frases similares, pero la realidad es otra, puesto que la frase “pobres en espíritu” viene de una frase griega que traducida significa: “inclinado”, “de rodillas” o “totalmente sumiso”. También la palabra “Bienaventurado” se puede traducir como: “Felices” o “Bendecido”.
Entonces podemos ver que la frase “pobres en espíritu” no tiene que ver con nada material, sino con una actitud ante la búsqueda de Dios y la necesidad de Dios.
Eso quiere decir que si quisiéramos traducir esa frase para comprenderla un poco mejor podríamos traducirla de la siguiente manera: “Felices los que reconocen su necesidad de Dios y se someten a El, porque de ellos es el reino de los cielos”.
Amados hermanos, no se que situación puedas estar pasando, seguramente para ti ha de ser muy complicada, pero déjame decir que cuando en ti hay una actitud de sometimiento, de inclinar tu espíritu ante su presencia, de ser sumiso totalmente a El, es ahí en donde Dios se complace de ti y te llama: “Bienaventurado”, en pocas palabras “Feliz” o “Bendecido”, y es que Dios no te ve como actualmente tu te sientes, sino lo que tu serás, luego de pasar por ese túnel oscuro, Dios no se limita en tiempo ni en espacio, por eso desde ya te proclama “Feliz” y “Bendecido”.
Jesús estaba mostrándonos que la verdadera felicidad de la vida, no esta en las riquezas materiales, ni en lo bueno que tu seas para algo, sino en la HUMILDAD que tengamos frente a las situaciones que la vida nos presenta, esa actitud de humildad delante de Dios que nos ayudara a salir adelante en cualquier circunstancia y nos hará heredar el Reino de los Cielos.
Es hora de ir delante de Dios con una actitud humilde y sumisa, reconociendo nuestra inmensa necesidad de El y nuestra dependencia TOTAL hacia su presencia, eso nos hará dar un gran paso de FE para alcanzar su voluntad y juntamente con su voluntad, ser enlistado como un titular inamovible en la lista de la vida eterna.

El Reconocimiento TOTAL de nuestra dependencia de Dios y el sometimiento que mostremos delante de su voluntad será la clave que nos hará ser parte del Reino de los Cielos.




DIOS TE BENDIGA

PENSANDO COMO VERDADDERO SEGUIDOR DE CRISTO.

 
Esto pues digo, y requiero en el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su mente.
Efesios 4:17

Al aceptar la salvación de Jesucristo, estás aceptando no sólo su perdón sino también su gobierno en tu vida, porque al hacerlo tu SEÑOR, el te guiará en todas las decisiones que tengas que hacer en tu vida.

Si, el cristiano no sólo es feliz porque ya no pasará una eternidad en un lugar que no es el cielo, sino porque a su tiempo tomo o tomará decisiones que Dios le dirá que serán las mejores, que ya no tiene los mismos problemas que las demás personas, producto de su obediencia a Jesús, por eso la palabra exhorta que no pensemos como los demás, como los que no tienen a Jesús como Rey en sus vidas, "...que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su mente.".

¿Por que?
Porque el que no tiene a Jesús en el trono de su corazón no piensa en obedecer a Dios, sino sólo piensan en "...la vanidad de su mente". O en las cosas pasajeras de esté mundo.

Después en el mismo capitulo de Efesios en el versículo 20 dice: "Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo". Esto dice de Jesús, que nuestro Señor nos enseña por medio de su palabra cosas distintas a las que piensan estas personas que andan en las cosas vanas y pasajeras.

CONCLUSIÓN
"Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad." Efesios 4:22-24

La Biblia claramente lo dice: "...se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos".

Las personas de este mundo necesitan salvación, entonces como se van a dar cuenta que existe una nueva vida mejor en Cristo, si lo que ven en nosotros es lo mismo que en todos los demás, por eso la palabra nos exhorta a "quitarnos la vieja naturaleza o la naturaleza de pecado" para poder ponernos el ropaje de la nueva naturaleza que está creada conforme a la imagen de Dios, en VERDADERA justicia y santidad.

También menciona "...ser renovados en la actitud de su mente", quiere decir que se tiene que tomar en cuenta la renovación TOTAL de nuestra forma de pensar, y someternos a la autoridad de Jesús.

No pienses como lo hace este mundo, piensa como Jesús, o como te lo exhorta Él mismo:

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad."


"...en esto pensad."



BENDICIONES